Cierro capítulo

Soy buena, pero no gilipollas.
Puedo dar mi brazo a torcer una vez, tragarme mi orgullo y hablarte solo para recibir dos palabras mal contadas. Me "arrastro" aunque en verdad no se me da nada, porque me importas.
A pesar de todo, de que me dejaras mal, llorando, por algo que ni siquiera aún comprendo. Según tú, nunca has tenido a nadie a tu lado. Pues ok, pero entonces me he cambiado de nombre sin saberlo y ahora soy Nadie.
¿Sabes que soy? Buena amiga, estoy para aquellos que necesitan a alguien a su lado y consolarse, tanto que seas tú como otros y eso deberías valorarlo un poco.
Te echo de menos, y creo que lo sabes. Tenía una vaga esperanza de que esto cambiara, pero has demostrado que no.
A veces es necesario pasar de página aunque nos cueste y nos duela. Como dice Pablo Alborán "Volver a empezar,
De cero, contigo o sin ti"

Recuerdos del pasado

Un fin de semana cambia tu vida.
¿Casualidad? ¿Destino?
Aquello que creías por enterrado en lo más profundo de tus recuerdos aflora como el almendro en primavera, comprobando como su bella flor blanca con adornos rojos sustituye la hoja, y después madura junto con una nueva hoja, al igual que tus recuerdos se hacen más nítidos acompañando a otros nuevos.
¿Cómo terminará la cosa? Cuestión de averiguarlo.  Por una parte hubo sentimientos, por otra, confusión y la inexperiencia de la adolescencia dando lugar a un resultado desastroso. Ahora, solo queda el recuerdo de lo bueno, lo aprendido sobre los errores, una buena amistad. Hay nuevas historias, risas, secretos... Hay una vida rehecha, parejas y desconfianza y celos.
Un nuevo libro.
Al fin, un "paso de página".

Camino de Madrid

Jaén
El paisaje es más verde en Jaén que en Granada.
Los olivos abundan mucho más, aunque Granada no tenía nada que envidiar. Entre suaves colinas y gramíneas asomaban caminos de ríos, con un caudal mucho más pequeño que el original, dejando paisajes hermosos, donde la naturaleza era interrumpida por alguna que otra vía del tren.
Era un día lluvioso, el cielo era de un gris claro que a la lejanía se perdía con colinas más elevadas, llegando a tal extremo de no poder diferenciarlos. Eran ya varios días en los que el cielo nos apremiaba con esa agua divina caída del cielo, que tan bien le hacia a nuestras tierras, y eso se reflejaba en abundancia en el paisaje. La tierra estaba exhausta de tanta dejándola emerger en ella, rodeando los troncos de los olivos, encharcandolos y dejando barro por todas partes, semejante a pequeñas lagunas con el olivo en mitad. El agua tenía un color rojizo, similar al de una teja.
Podías pasarte todo el trayecto contemplando ese paisaje y olvidarte de la civilización y ciudades.
Santa Elena / Despeñaperros
Si  Jaén era verde, ahora no tenía palabras para esto. Era lo más verde que jamás había visto, donde las colinas eran mucho más pronunciadas hasta llegar a ser montañas.
Los ríos ahora estaban acompañados de rocas en su transcurso, desgastadas y limpias por su culpa.
Pequeños prados nos rodeaban, donde los olivos fueron sustituidos por pinos o abetos, acompañados por piedras grises. Ni una flor salvaje, ni nada más lo acompañaban.
Era magnífico poder contemplar eso, y más la inclinación de los pinos en las colinas.
Todo era muy similar al paisaje que refleja Crepúsculo, a excepción de la altura. Aunque en varios momentos creía estar por las islas británicas gracias al tiempo que nos acompañaba.
Ciudad Real
En esta zona abundaban las vides y olivos.
Poco poblado se podía observar cerca de la carretera. Zonas desiertas. Los pocos edificios visibles eran poligonos industriales.
Un paisaje poco llamativo.
Madrid
Si Ciudad Real tenía poligonos industriales, Madrid ya era insuperable.
La ciudad, llena de pisos y más pisos. Echo en falta las casas de los pueblos. Todos pisos y los más extravagantes pertenecen a oficinas de grandes empresas.
Bienvenido a Madrid.